Quejas porque Renfe permite comer en el tren sin mascarilla a menos de 2 metros
“El uso de mascarilla
será obligatorio en cualquier espacio cerrado de uso público o que se encuentre
abierto al público, siempre que no sea posible mantener una distancia de
seguridad interpersonal de al menos dos metros”.
Es la norma que publicó el Gobierno
el 20 de mayo en el Boletín Oficial del Estado, que también matiza que no es
exigible el uso de mascarilla en la ingesta de alimentos y bebidas, pero
siempre y cuando se mantenga la distancia interpersonal. Al día siguiente, el
BOE también publicó que “el uso de mascarillas que cubran nariz y boca será
obligatorio para todos los usuarios del transporte en autobús, ferrocarril,
aéreo y marítimo”.
Tal como informa La
Gaceta de Salamanca, los viajeros del transporte ferroviario de Salamanca y
Castilla y León ya han expresado sus quejas a Renfe porque están viendo como la
entidad estatal permite que haya viajeros en asientos contiguos y sentados a
menos de dos metros, que se retiran la mascarilla para comer y beber, “poniendo
en riesgo al resto de pasajeros” y con el consiguiente “peligro de contagio”.
“Como no se puede mantener la distancia de dos metros con el resto de
pasajeros, no debería quitarse nadie la mascarilla”, recuerdan algunos usuarios
en una queja remitida a Renfe, donde también agregan que hay escasa vigilancia
por parte de los revisores sobre este asunto.
Sin embargo, la empresa
estatal ferroviaria ha respondido a una de las quejas con una misiva donde
asegura que no existen en las órdenes que establecen la obligatoriedad del uso
de la mascarilla “la mención a prohibiciones, o limitaciones a la ingesta de
alimentos o bebidas a bordo de los trenes, más allá de la lógica que la
situación actual requiere”.
Cabe recordar además,
que la Junta de Castilla y León publicó en el Boletín Oficial de CyL el pasado
21 de agosto que “queda prohibido el consumo de alimentos en el transporte
público de viajeros en trayectos de duración inferior a dos horas”. Sin
embargo, desde Renfe señalan a este periódico que como los trenes pasan por
varias autonomías, prevalecería la norma estatal y la norma de la Junta no
tendría validez tampoco.
“De la misma forma que
no se toman en serio la movilidad en Salamanca, tampoco se toman en serio las
normas de seguridad del COVID-19. Falta seriedad y compromiso y es lo que resume
esta situación”, denuncia Alejandro Rosende, de la plataforma de usuarios del
Alvia Salamanca-Madrid.
También desde la
Asociación de usuarios de Ave de Valladolid, su portavoz Carlos Perfecto,
califica de “vergonzoso” que Renfe se escude en una “norma general” para
permitir que se coma y se beba sin mascarilla, cuando una “norma especial nunca
puede estar por debajo de una norma general” según los criterios jurídicos.
“Aplican la norma más beneficiosa para el operador, pero no para la seguridad
del ciudadano. Nos parece una auténtica jaula de grillos que el mismo Gobierno
se plantee dos escenarios de seguridad muy distintos”, critica Perfecto, que
señala que desde julio, ni la dirección general de Renfe, ni presidencia ni
gerentes han contestado a las cartas sobre este asunto.
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